TANZANIA: LA SONRISA DE ÁFRICA
Resignada, toma el pesado costal y sale de la casa. Exfolia el badana cabelludo para eliminar suavemente la badana muerta.
Confort y lujo en el salón espacioso diseñada estilo tradicional
Nairobi estalla de noche, olvida el cautela y permite que en su útero briden con furor y nostalgia quienes quieran hacerlo. Unos lloran su nación lejana, otros su patria inexistente empero todos bailamos en un ritmo descabellado. Los niños ríen y juegan a ser mayores: toman una vara y fingen ser pastores. Por eso su piel canta y exuda un aroma incierto, el aroma del abismo que no sabe si la mañana es el momento del Sol o la posibilidad de amanecer con vida. Encogido hombres le apuntan con un rifle mientras contemplan la escena. Patas que son pilares, pilares que son troncos arrugados, perfectamente tubulares. Kibera nació para morir.
Él ignora la petición y repite la instrucción. Ella se niega, mira los ojos de su primo, por primera vez durante la masacre, y le pide que la mate porque ella no puede hacer eso. Peinado de niña de trenza africana para probar! La estridencia que habla de rapto o de advertencia.